viernes, 12 de abril de 2013

Héroes MEGO: los madelmanes americanos





































Para alguien como yo, que nació el mismo año que los madelmanes, la infancia fue una época feliz dominada por las distintas colecciones de muñecos articulados que por aquel etonces hacían furor en la España del Tardofranquismo y la posterior Transición. Frente a los diminutos y simples Lego, la representación española de pequeño tamaño estaba en primera línea mundial con los Airgam Boys (catalanes) y las versiones nacionales de los alemanes Cliks (fabricados bajo licencia por Famóbil) y Play-Big (aquí llamados Cefa-Boys). A gran escala, no teníamos rival, con nuestro Geyper-Man, el catalán Big Jim y todos sus amigos, y los ya mencionados Madelman, a los que les daban la réplica los Héroes Mego, unos monigotes yankees de muchísima peor calidad, pero que a mis 8-10 años entonces me tenían fascinado, porque representaban a parsonajes famosos ya fueran históricos, literarios o de ficción, fundamentalmente super-héroes, como los de Marvel o DC Comics...Desde Spiderman a Thor, o Robin Hood y los miembros de su banda, pasando por las figuras de la versión televisiva de 'El planeta de los simios', que entonces ponían en esa Televisión española de canal y medio.

Mego vivó su época dorada de 1972 a 1983, año en que se vio obligada cerrar tras ser barrida del mercado por su competidora Kenner Products tras haber cometido el mayor error de su historia: dejar en manos de su rival la producción de los muñequitos del merchandising de STAR WARS. Los propietarios de Mego no creían que George Lucas podría tener tanto éxito...


30 figuras marcadas con (c)Dargaud y TITO. Existen 3 variantes :

Las de colores mates : verde, azul, rojo, amarillo, naranja y morado, que sólo se encuentran en España y que seguro que son de Dunkin. El sobre era el de la foto, amarillo. La foto de la cole es para mi "vintage", ya que la hice nada mas "terminar" la cole, aunque, como vereis, la figura del enterrador está rota. Me costó bastante (y no he sido el único, je,je,je) consguir uno completo.




En alemania al menos Wikö sacó esta colección. Los colores son los 6 tradicionales de las figuras de chicles alemanas : rojo, amarillo, verde, naranja, azul y lila. Van marcadas igual, pero el plastico no es tan opaco y los colores son satinados, no mates. Estas mismas figuras se pueden encontrar en España, posiblemente hubiera una segunda edición o tal vez el sobrante de Wikö (no hay que olvidar que esta marca era propiedad de Dunkin tambien, como veis que pone por detras del sobre) se vendió en España. Porque el sobre que veis me lo proporcionó Alfonso Molero en Puertollano, procedente se un almacén de kiosko, asi que, tal cual, se vendió en España....


Finalmente en los 90 salieron en el tipico Blister de los chicles Boomer. Yo creo que todas en rojo satinado, al menos yo no las he visto en otros colores.....



FIGURAS PEQUEÑAS DE COMANSI

Estas son las 20 figuras pequeñas que frecuentemente se confunden con las de Dunkin. Los colores son mas fosforitos, no tienen los agujeros de los eyectores en los pies, lo que indica que se hicieron por colada, no tienen marcas. Nunca han sido valoradas porque tienen mala definición y poca calidad, pero en foto muchas veces se las confunde con las Dunkin, aunque en vivo .....¡¡Imposible !!



FIGURAS GRANDES DE COMANSI

Estas son las figuras que han salido en muchos paises del mundo : Francia, Alemania, Portugal, Perú, España....que yo recuerde. En Francia salieron al menos con los Yogures Stenval y La Roche aux Fées y con el detergente OMO. En Alemania con los Chicles Americana, en Portugal con el detergente Azur ....... En España en cambio se vendía la colección completa en un Blister, fabricado por Comansi (aunque el de la foto sea de Novolinea, esta era una segunda marca de Comansi para figuras de Kiosko) . Las figuras españolas van marcadas "jacky" vaya Ud a saber por qué. Las otras únicas figuras del mundo que conozco marcadas con jacky son las de Robin Hood del detergente Bonux.
Las LL de Comansi son en 5 colores : blanco, azul celeste, naranja, amarillo y verde, los dos primeros son exclusivos de Comansi.


Mensaje Dick Furia De Molto Y Coches De Tonka 
 

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El Dick Furia es un muñeco Made in Spain, pero nada que ver con los Madelman, es algo así como una copia cutre de Action Man, a pesar de todo tiene su encanto o quizás sea por eso...

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Lo mejor es que estaban muy bien de precio, aunque no tanto como cuando los vendían en la juguetería de mí barrio…

 que llevaba en la cartera del cole un niño 

febrero 11th, 2013 | Escrito por Jorge Diaz en A Clase
Cartera-cole-Perona
Sabemos que lo de revisar las bolsas ajenas no está bien, pero hoy con el permiso del niño y de sus padres hemos abierto una de aquellas mochilas Perona para comprobar qué es lo que llevaba un niño al cole en los años de la EGB.
No sé vosotros pero en mi cartera no podían faltar varios de estos artículos, por no decir todos. ¿Y en la tuya?

Ceras Manley

Ceras-Manley
Abrir aquella caja de ceras Manley significaba acabar con todas las manos de colores. A nosotros nos encantaban porque sabíamos que eran pinturas de mayores, pero nuestras madres no las podían ni ver. ¿A que todavía recuerdas su olor?

Plastidecor

Plastidecor
Por fin unas pinturas de cera que no manchaban las manos y más fáciles de manejar al tener unas dimensiones similares a los lápices y oras pinturas que ya estábamos acostumbrados a utilizar. Arrasaron en el mercado. Llegaba un momento en el que la única pintura que se veía en esa ventanita troquelada de la caja era la blanca. Yo siempre la dejaba sin estrenar, ¿tú para qué la utilizabas?

Rotuladores Carioca

Rotuladores-Carioca
Entre tú y yo, pintar con rotuladores siempre ha sido más divertido que con ceras ¿o no? Y la caja de 36 rotus de colores de Carioca era un lujazo, la envidia de toda la clase. Eso sí, ni se te ocurría dejarla sola sobre la mesa porque sabías que cuando volvieras alguno iba a faltar. Ahora sí que tenías colores para pintar todo el mundo con todo tipo de matices, hasta el deseado color carne. Se acabaron las personas de color rosa o naranjas.

Estuche Pelikan

Estuche-Pelikan-1
Los había de dos y hasta tres pisos y mecanizados de forma que al pulsar un botón te salía un pequeño compartimento para el sacapuntas, nunca ha existido en el mundo un estuche que mejore a los Pelikan. Eso sí, había tantos compartimentos para rellenar que algunas de las cosas que traían jamás las utilizamos, ni llegamos a saber su utilidad. Todo un misterio.
Estuche-Pelikan-2

Anillas

Anillas-carpeta
Nos adentramos en el maravilloso mundo de las anillas, ni una sola hoja suelta, todas tenían que ir perfectamente agujereadas y con su anilla correspondiente. ¿A que te las acababas poniendo de pendientes en la oreja y en la nariz? No teníamos piercing pero sí anillas.

Refuerzos anillas

pegatas-anillas
Pero las dichosas hojas se acababan rompiendo y saliéndose de las anillas. No importa, ¿para que estaban esas pegatinas circulares llamadas refuerzos? Lo difícil era encontrar una hoja que no hubieras tenido que reforzar con varias pegatas.

Perforador anillas

perforador-anillas
Me pregunto como haríamos los agujeros a las hojas antes de que llegara este aparato y es que os garantizo que me acuerdo perfectamente cuando apareció y supuso toda una revolución. Su nombre no podía ser otro que Perforette y las hojas pasaron de ser de 2 anillas a 6, 8 o incluso 10.

Transfert

Transfert-Plastidecor
¿Viviste la fiebre de los Kalkitos? Un vicio, ¿verdad? te pasabas el día traspasando aquellos personajes de su lamina original a todo tipo de superficies, hasta en el cabecero de la cama aparecieron los animales perhistóricos del Transfert Plastidecor. Más adelante nos pasamos al Letraset.

Laminas Freixas

laminas-Freixas
Con todos los artilugios de dibujo y pintura que llevábamos en nuestras carteras no entiendo porqué hoy en día no somos todos unos artistas. Bueno, en realidad sí lo sé, nos pasábamos el día copiando y calcando las famosas láminas del señor Freixas. Las había absolutamente de todos los temas pero su estilo era tan característico que nunca colaba que aquel dibujo que presentabas había salido de tu imaginación.

Papel de calco

papel-de-calco
El papel de calco siempre bien escondido como la prueba del delito que era y el que diga que nunca lo utilizó miente. Eso sí, parece que aquello estaba controlado por los profes, el dibujo te estaba quedando perfecto y en el último trazo se te manchaba todo el papel de ese azul que no había quien lo borrara. ¿Qué hacemos ahora?

Lo que merendábamos en los 70 y 80, ¿lo has vuelto a probar?

Trinagulos Nocilla
Hoy estamos de celebración, acabamos de superar los 400.000 seguidores en Facebook y estamos tan contentos que os queremos invitar a todos a merendar.
Pero, claro, no podíamos organizar una merendola cualquiera. Vamos a recordar todas aquellas cosas que merendábamos en la época de la EGB y que no sé vosotros, pero yo, al menos, no he vuelto a probar desde entonces. Y si hay algo que no podía faltar en cualquier celebración infantil de aquellos años son los triángulos de Nocilla. Podéis ir cogiendo. Gracias.

Mi Merienda

Mi merienda
Yo recuerdo el Mi Merienda como el primer bollo industrial y hay que reconocer que los de Bimbo tampoco se rompieron mucho la cabeza. Un bollo de pan (que por aquella época llamábamos Bimbollo) y una fina chocolatina de cuatro onzas que estaba buenísima. ¿A que aún recuerdas su sabor?

Paté Apis


No habíamos oído hablar del foie que hoy está tan de moda y en aquella época solo conocíamos el fuagrás. Pero llegó Apis con su paté en aquella pequeña lata azul, que ni tan siquiera tenía abrefácil, y nuestra merienda empezó a alimentar y encima las mamás se ahorraban unas pesetillas. ¿Cuánto costaba la lata?

Tunos

Tunos vino
El primer bollo que venía en pack de dos unidades fue toda una revolución, para compartir con quien tú quisieras o comportarte como un tuno comiéndote los dos. Sí, eran los Tunos de Bimbo y ya solo por el nombre queda muy claro que estamos hablando de otra época, ¿no? Hoy se llamarían Reggetones.

Mortadela con aceituna

Mortadela con aceituna
Los niños nos dividíamos entre los que preferíamos la mortadela sola o los que les gustaba más con aceitunas. Yo no la soportaba, jamás comprendí esa extraña combinación de sabores, algo así como los que eran capaces de comerse un bocadillo de chorizo, jamon york y nocilla todo junto. ¿Que tu eras de esos? vale, me callo.

Bony, Bucanero, Tigretón y Pantera Rosa

Bony Bucanero
Sin duda los pastelitos más míticos de Bimbo fueron el Bony, el Tigretón y la Pantera Rosa, que hoy en día los han vuelto a lanzar, y el Bucanero que se ha quedado olvidado en el camino. Comerte uno era toda una fiesta y aquí también cada uno tenía su favorito. Yo era de Bony con aquella mermelada de fresa, ¿tú?

Pan con chocolate

Bocata chocolate
No hay un bocadillo más sencillo ni ningún otro sabor que nos traslade tanto a aquella época como un trozo de pan con chocolate. No sé muy bien por qué hoy tan difícil encontrar a un niño comiendo este bocadillo y tampoco entiendo por qué yo no lo he vuelto a probar desde entonces. Voy a hacerme uno.

Queso con membrillo

Queso membrillo
Que tu madre te fuera a buscar al cole con un bocadillo de queso con membrillo era todo un castigo y muchos niños nos pasamos toda la infancia maldiciendo al inventor del membrillo. ¿Podía haber algo más dulce?

Letritas

Letritas galleta
Una de aquellas bolsas rojaa con todo el abecedario en forma de letritas de galletas saladas dentro, era suficiente diversión para pasarte la tarde formando palabras y comiéndotelas. ¿Aprenderíamos por eso tan rápido a leer?

Bollycao

Bollycao
Aunque para mítico el Bollycao, pero el primero, el que se le salía el chocolate por todos lados. Y no me vengas con que lo recordamos de otra manera porque eramos pequeños, tu prueba uno de los de ahora y si encuentras el chocolate me lo cuentas.

Grisines

Grisines panrico
No eran más que finas barritas de pan, pero los Grisines fueron durante mucho tiempo la única razón por la que me encantaba ir a la panadería. Muchas veces la panadera tenía una bolsa abierta y regalaba uno a cada niño. Y eso que estábamos en época de baby boom.

Las tapas de los yogures y sus regalos


Corre a la cocina de tu casa. Abre el cajón donde guardáis los cubiertos y busca un tenedor, un cuchillo o una cuchara con el mango rojo. ¿Has encontrado alguno? Si la respuesta es afirmativa está claro (aunque tú no te acuerdes) que en tu casa hubo una época en la que de postre siempre había yogures Yoplait. Por cierto que mítica marca es  Yoplait...¡hay que dedicarle un post!. 

¿Quién no ha guardado tapas de yogures para alguna promoción?

Lo cierto es que he comenzado hablando de los cubiertos porque en mi casa todavía quedan un par de cucharillas de postre con mango rojo que sobreviven a duras penas al paso de los años. 

Quien dice cubiertos, dice vajilla, Airgam Boys...vamos, una larga retahíla de obsequios que a lo largo de los años han utilizado las marcas de yogures y postres en general para que tu madre comprase 'palés enteros' de yogures y los hacinara en el frigorífico. Y claro, con tanto yogur en la nevera la frase 'cómete un yogur que caduca hoy' estaba a la orden del día.

Saltimbanqui DUNKIN

Imagino que todos conocemos el chiste ese que dice:

-Papá, papá... Llévame al circo!
A lo que el padre responde:
-Tranquilo hijo. Quien quiera verte que venga a casa.

Si, vale... lo sé... es viejo, pero... este blog es setentero. No? Juraría que ese chiste debe ser de esa época también, así que aunque se trate de un chiste malo... le sienta bien al blog ;-)

El caso es que con DUNKIN no era necesario que nuestros padres nos llevasen al circo, ni que nadie viniese a casa a vernos hacer el mono. DUNKIN, durante el año 1974 sacó al mercado una de sus más celebradas colecciones y que se convirtió, sin ningún género de dudas, en una estrella kioskera por excelencia que brillaba con luz propia; me refiero a los SALTIMBANQUI DUNKIN. Un sencillo juguete que demuestra que la teoría de que “menos es más” funciona de un modo casi indiscutible. Parece que actualmente los juguetes, para que sean comerciales y gusten a los niños, deben ser transformables, convertibles, sonoros, lumínicos y estar repletos de microchips en su interior que les permitan realizar múltiples funciones tales como: desplazarse solos y evitar obstáculos, responder y obedecer a nuestra voz, subir por las paredes, desviar satélites de su órbita previamente establecida por la NASA, y a ser posible... y ya puestos a pedir... que dichos juguetes hagan los deberes, la declaración de hacienda y las tareas de casa. Un juguete que no consiga eso hoy en día, está perdido y absolutamente condenado al más oscuro ostracismo.

Así parece que piensen los actuales fabricantes de juguetes, y por eso apuestan por cachivaches sofisticados, caros y en la mayoría de los casos poco duraderos. No obstante, DUNKIN partía de una base diametralmente opuesta. La idea era la de crear un producto con tres características fundamentales:

A) El producto en cuestión era una golosina, ya que principalmente, eso era lo que comercializaba la casa fabricante de DUNKIN, GALLINA BLANCA empresa especializada en alimentación y concretamente en caldos y pastas de sobre, pero dicha golosina iría acompañada de un gadged.
B) El producto tenía que ser barato.
C) El gadget/juguete debía ser funcional e incitar a la compra del producto ofreciendo una continuidad.

Todas las colecciones que GALLINA BLANCA lanzó al mercado con su chicle DUNKIN siguieron esa filosofía y todas fueron un rotundo éxito: desde sus primeras “Figuras del ZOO” (1967), las figuritas WARNER de la colección “Conejo de la suerte” (1968), los soldados de la II WW (1969), los muñequitos de ASTERIX (1970), los BEATNIKS (1971), los “Capuchones para lápiz” (1972), LUCKY LUKE (1973), el “Ajedrez” (1973), “Saltimbanquis” (1974), y los “Bustos del Far West” (1975).

Todas ellas se basaban en un atractivo sobre que contenía uno a varios chicles DUNKIN y las preciadas figuritas monocromas que incitaban a comprar nuevos sobres hasta completar las diferentes colecciones.

Los saltimbanquis DUNKIN causaron un especial furor. Cada sobre contenía dos tramos de escalera, un chicle y un saltimbanqui, todo por el módico precio de 5 pesetas. Los tramos de escalera eran de variados colores (creo que ocho distintos) y se empalmaban unos a otros pudiendo llegar a formar una escalera largíiiiisssiiimaaaaa... a través de la cual, el saltimbanqui, descendía dando divertidas volteretas.

Yo creo que no había crío que no tuviese su buen montón de escaleras y saltimbanquis de colores variados. Las horas del recreo eran de intercambio de aquellos colores que tenías muy repetidos por aquellos de los que no tenías tantos. Y que decir del chicle, un lujo para los paladares más exigentes. Los chicles DUNKIN siempre fueron buenísimos.

El tema es que los saltimbanqui DUNKIN de la foto que ilustra esta entrada se tratan de MÍS saltimbanqui DUNKIN. Me los ha vendido Javier y han venido de Madrid para mi colección de baratijas de kiosco.

En un ratito de nada, cuando llegue a casa después del trabajo, veré como mi hijo se aburre soberanamente contemplando como su transformer hace ruiditos y mariconadas; yo, en cambio, me lo pasaré a lo grande con mi saltimbanqui... igual se lo dejo ;-)
LA FAMILIA ULISES de Joaquín Buigas y Marino Benejam
El pasado Jueves 19 de septiembre de 2012 tuvo lugar la inauguración de la exposición LA FAMILIA ULISES de Joaquín Buigas y Marino Benejam. Nos podremos reencontrar con Don Ulises, Doña Sinforosa, la señora filomena, Lolín, Policarpito,Merceditas y Treski el perro.
La exposición cuenta con 38 originales ordenados de forma cronológica: 36 de Marino Benejam (aunque en uno interviene el dibujante Tínez), uno de Salvador Mestres y otro de Blanco. El evento ha sido organizado por el divulgador de la historieta Antoni Guiral y dos expertos en TBO y coleccionistas, como no podría ser de otra forma, Francesc Regàs y Lluís Giralt.
Habla Antoni Guiral:
Desde el año pasado intentamos montar una serie de pequeñas actividades que se llaman Caric Art.
Lo primero que debo hacer es agradecer a Francesc Regàs y Lluís Giralt su colaboración y ayuda para que esta exposición pueda estar aquí. Ellos han cedido los originales expuestos. Esta exposición también es posible gracias al Consorci de Bibliotecas y en concreto a la biblioteca Ignasi Iglesias-Can Fabra.
Es un placer especial. Una sensación muy agradable poder trabajar con originales de una serie como esta. Poder estar aquí. Poder verlos tan de cerca. Pensad que este es un país que tiene una memoria muy corta. Podéis decir Cataluña o España, es igual, los dos tienen la memoria muy corta y creo que la reivindicación de nuestro patrimonio cultural tiene que ser un acto prácticamente de civismo. Ha de estar siempre presente, tenemos que luchar para que esto sea una realidad. Sea como sea. Creemos que nuestras actividades, y esta es una de ellas, son un acto de reivindicación. En este caso un acto de reivindicación de La Familia Ulises, posiblemente la más popular de todo el tebeo español, teniendo en cuenta que nació en el año 1944, que en 1983 la actividad de TBO finalizó, pero que después se reeditó en Ediciones B, y ahora Salvat está publicando la colección recopilatoria. Por tanto es una serie que está viva en la memoria de varias generaciones. No tanto de la gente más joven pero si seguramente de la gente que tiene más de treinta años. Por tanto es un patrimonio nuestro.
La Familia Ulises es una serie brutal en muchos aspectos. Nos enseña muchas cosas de nuestra propia historia. A su manera reflejaba muchas cosas de la época en las que están inspiradas estas historietas. Es un placer poder revindicar a un guionista como Joaquim Buigas que era el editor y propietario del TBO. Fue guionista de la serie hasta que murió en el año 1963 y no solo hizo estos guiones sino también otros, ya que era escritor. Tras su muerte los guiones pasaron a manos de Carles Bech, colaborador del TBO. También queremos reivindicar la figura del dibujante Marino Benejam, uno de nuestros maestros indiscutibles de la historieta. Con un grafismo particular, fantástico, que ha enseñado a muchos otros dibujantes muchas cosas porque tenía una técnica muy depurada. Lo podéis ver en los originales. Está muy bien tener la exposición de la Familia Ulises con los originales de Joaquim Buigas y Marino Benejam, pero ha habido dos dibujantes más que durante un tiempo hicieron la Familia Ulises, como mínimo hasta el año 1983. Uno de ello fue Salvador Mestres que la continuó durante casi un año y el otro es Josep Maria Blanco, que está aquí con nosotros y quiero agradecer personalmente su presencia, ya que estuvo dibujando muchos años esta página sin firmarla. Desde 1970 por motivos de salud Benejam, tuvo que dejar de dibujarla. Blanco tenia un estilo propio pero se adaptó al grafismo de Benejam. También quiero agradecer la presencia de los dos nietos del señor Benejam, Lluis y Josep, porque de algún modo su presencia honora esta exposición.
Cedo la palabra a Francesc Regàs.
Intentare comunicarlos un poco lo que siento desde mi perspectiva básicamente de coleccionista, pero más que de coleccionista, como aficionado al mundo de la historieta. Mi etapa de coleccionista comienza de niño. La gente que ha sentido un cierto o gran amor por el tebeo, somos gente de la generación que ahora solemos tener 50, 60 o 70 años. Que lo hemos vivido porque nos los compraban y era una de las referencias fundamentales que teníamos en el mundo de ocio semanal. En aquella época de los años cincuenta tampoco había muchas cosas con las que disfrutar: la radio, el cine, la televisión (aún estaba en la prehistoria, ya que prácticamente nadie tenía) y el TBO y las otras revistas humorísticas como el Pulgarcito, el DDT, el Tio Vivo, que eran lo que los más pequeños esperábamos. Localizaba este mundo del libro nuestro. Mi familia estaba suscrita al TBO, les llegaba a casa cada semana y yo sentía una predilección por esta revista. Esto me llevó a coleccionarlos. Era una persona muy ordenada, los coleccionaba y guardaba, cosa que me traía bastantes dificultades con mi madre porque evidentemente tenía cajas llenas de TBOs y siempre me decía que lo que tenía que hacer era tirarlos. Pero aquello para mí era un tesoro y evidentemente no tiraba ninguno. De mayor continué teniendo esta afición.
El TBO era una revista que se empezó a publicar en el año 1917. Yo lo empecé a coleccionar en los años cincuenta. Me dediqué a ir comprando números atrasados por los mercadillos, en el Mercado de Sant Antoni, etc... TBOs de la primera época y de los que estaban sin numerar, que salieron después de la guerra que es verdaderamente cuando eclosiona el arte de Benejam. En un momento determinado mi amigo Lluís Giralt me introdujo en el mundo absolutamente vicioso del original. Por primera vez me enseñó un dibujo original y os puedo decir a todos que al sentir este amor tan especial por el mundo del tebeo, cuando te encuentras delante de un original sientes una cantidad de sensaciones difícilmente explicables. Evidentemente un original es una obra única. Es el dibujo que sirve para que después se imprima la historieta, pero cuando piensas que ese dibujo ha estado sobre la mesa de dibujo donde ha estado trabajando el autor, el dibujante y que allí de alguna manera está impregnado su sudor, muchas horas de dibujo, le confieren a este elemento una mística especial.
Por otro lado el tamaño del dibujo original es más del doble que el de su publicación. En los dibujos originales puedes apreciar cantidad de detalles que en la obra publicada no aparecen. Aparte, en aquella época la calidad de impresión tampoco proporcionaba suficiente fidelidad como para garantizar que los matices, que tantas veces les daba su autor en el dibujo original, pasaran al TBO publicado. Esto hace que el dibujo original, al menos para mí, tenga tanto valor, aparte de cómo obra única. Esto hace que cada uno de los originales aquí expuestos sean casi como hijos míos, me los sé de memoria y se perfectamente el "tarannà" que tienen y en qué lugar los guardo, porque, evidentemente, lo que no tengo en casa son tantas paredes como para poder colgarlos todos. Por esto me complace verlos colgados aquí, no tan solo los míos, sino los de los otros compañeros coleccionistas.
A raíz de esto tenia una deuda con un autor tan absolutamente fundamental en la historia del dibujo humorístico como es Marino Benejam, porque para mí es una flagrante injusticia que en la ciudad donde trabajo y que era el centro neurálgico de la publicación del TBO, no hayamos sido capaces de organizar una exposición al respecto. Esta es una magnifico y dignísimo preámbulo, merecería la pena, porque Marino Benejam no solo dibujó la Familia Ulises, sino que llegó un momento entre el 1942 y 1950 en el que prácticamente el 80 % del TBO lo dibujaba él. Firmaba formas diferentes: Benejam, Rino, de Marino y Ferrer que era su apellido. 
Creo que le debíamos este homenaje y pienso que esta es el la primera exposición que se dedica de forma especifica a La Familia Ulises. La primera piedra de una serie de exposiciones que se tendría que hacer para abarcar el legado de este gran maestro de la historieta. Benejam es uno de los principales ninotaires, y esto no ha de ser nunca un apelativo peyorativo, que continuó la línea de los grandes ninotaires como Joan Llaveria, etc. Él con su estilo es una de las piezas principales del mundo de la historieta. Hoy con esta exposición se le rinde el homenaje que se merece.
Tal vez, desde mi punto de vista de aficionado, este tema merecería que nos comenzaremos a plantear, las administraciones y autoridades también, que todo esto que veis aquí y que forma parte de nuestra historia, elementos que fueron dibujados y publicados en los años cuarenta, figurasen ya, de una vez, iba a decir de una puñetera vez, en lo que tendría que ser un museo dedicado a la ilustración, algo que no tenemos en este país. Tenemos grandes museos, todos muy dignos, pero no hay ningún museo dedicado íntegramente a la ilustración que podría acoger obras de grandes maestros como Benejam o de otras personas de tanto renombre o menos.
Pero valdría la pena que estas obras que están aquí colgadas y que forman parte de este contexto cultural, que además está absolutamente imbricado en la pequeña historia nuestra de cada día, tuvieran su museo. Para mí son autenticas obras de arte equiparables, muchas veces, a piezas con tal vez un predicamento muy superior.
Lluís Giralt no pudo acudir a la inauguración pero recupero en su honor unas palabras que escribió para El Boletín nº 31 de febrero de 1995:
Ser grafópata me ha llevado a la especialización de unos dibujantes selectos: los de TBO porque son los más decorativos. (...) El elevar la historieta a arte de museo, he cumplido mi promesa hecha pocas semanas antes del fallecimiento de mi querido y recordado amigo Josep Coll i Coll. Uno de los grandes artistas catalanes del siglo XX. Así catalogó a Coll el prestigioso periodista Jaume Vidal, en su reportaje publicado en EL País el 20 de octubre de 1994.
Me culpo de ser un grafópata grave. Me culpo de haber contagiado a muchas personas (por suerte para ellas ya empiezan a sentir los primeros síntomas). Me culpo de ser insistente tozudo, empeñado en que sean reconocidos como lo que ellos eran sin saberlo: verdaderos artistas.
Grafopatía: Obsesión de la posesión de dibujos originales publicados antes de 1960. Esta enfermedad no es grave para la economía familiar hasta su desarrollo en 1978. Incurable ya desde 1987.
Grafópata: El que sufre grafopatía. Persona obsesionada con poseer cientos de dibujos origionales. Piezas únicas por ser las que realizaron los dibujantes antes de 1960. Son piezas de grafópatas las dibujadas sobre papel blanco y a tinta negra. También aceptan las coloreadas a acuarela o gouache. No quiere las dibujadas con rotulador porque sabe que desaparecerán en menos de 20 años. El grafópata es persona hogareña. Prefiere admirar su colección y lo antepone al sexo.
 Página de Benejam
Habla josep Mª Blanco Ibarz dibujante del TBO (firmaba Blanco e Ibarz) que también estaba presente en la inauguración al ser preguntado por Antoni Guiral:
¿Por qué no firmabas las paginas que realizaste de La Familia Ulises?
A Benejam le tenía un gran afecto como profesional y como persona. Consideré que firmar una cosa que no era mía no lo tenía que hacer.
¿O sea que lo hizo por respecto?
Lo hice porque a la editorial le convenía seguir con la Familia Ulises. Alguien la tenía que hacer y me tocó a mí. Les dije que sí pero de firmarlo nada, porque era un trabajador de la idea de él y no quise firmarlo. La editorial me lo dijo, pero yo solo hacia las historietas. Había firmado alguna portada de La Familia Ulises porque aparte de los personajes había una estructura mucho mas amplia y consideraba que poseía un poco de merito por mi parte.
A Blanco le gusta captar directamente los temas y las ideas de la realidad, de la que es curioso observador. Quizá por ello sus historias destaquen tanto por su originalidad y dotes de creación” Libro Humor grafico español del siglo XX. Salvat, 1970.
Habla Josep Lluís, nieto de Benejam:
Quiero agradecer en nombre nuestro y de la familia Benejam a los promotores que habéis realizado esta exposición y a los coleccionistas que hace años que nos conocemos. Esta iniciativa de volver a recordar esta generación de dibujantes que si hubiesen nacido en Estados Unidos o Alemania serían muy conocidos pero como nacieron aquí, pues no. Estas reflexiones en relación a recuperar esta generación de dibujantes y publicaciones pienso que es muy interesante. Y es interesante abordarlo desde muchos puntos de vista.
Estos originales, que ya conocía de otras muestras, tienen un valor básicamente artístico, y para el que esté interesado en conocer el mundo de la ilustración, de la creación de la historieta y el dibujo. Pero pienso que también es interesante ver el TBO y entender un poco lo que significó. Algún día se podrá ver esto como una historia de emprendedores porque es necesario recordar que lo que Buigas y Viñas hicieron fue muy complicado. Fue en un momento de preguerra y posguerra absoluta y de muchas dificultades, en un local muy pequeño de la calle Aribau que recuerdo perfectamente, el TBO. Allí consiguieron, no sé como, un conjunto de dibujantes de primerísima calidad. Un autentico equipo de primera línea y se convirtieron en una de las revistas mas publicadas de España en aquellos momentos difíciles. Mi madre me explicó que mi abuelo mantuvo una familia de dos generaciones, dibujando en los años treinta y cuarenta. Claro que dibujaba mucho, el 70 % del TBO. Recuerdo que dibujaba hasta la noche, porque vivíamos en la misma casa, que antes estas cosas se hacían.
Es bueno que se homenajee a esta generación pero por muchos aspectos, sin querer hacer paralelismos sencillos, pero si que es bueno que la juventud que hoy se quiera introducir en el mundo de la creación, piense que esto crudo se ha tenido muchas veces, pero la creación siempre se abre camino, gracias a que hay gente entusiasta. Sin tener muchas herramientas logran publicar una revista que llegue al gran publico y que hasta se convierta en un referente de cierta popularidad y de creación artística. Para nosotros es muy emocionante que recordéis esta generación de dibujantes.
Mi abuelo era barcelonés. Nacido en Ciutat Vella de Menorca, pero era de aquí. Era un señor de Barcelona, un señor de l´Eixample. Los señores que lo encontraban lo llamaban Señor Benejam. Iba con sombrero. Era de aquí. Os felicito a los de Sant Andreu porque la primera exposición que ha tenido este señor, que murió en el año setenta y cinco, en Barcelona, si no me equivoco, es esta. Enhorabuena a los responsables por que ya era hora. Alegrémonos el día que llega.
Ruegos y preguntas:
Hubo una persona que se apuntó que, aunque más pequeños, se habían realizado dos homenajes a Benejam y TBO. Por parte de el Club DHIN en los sesenta estando él con vida y por ellos (la persona que hablaba) en Guinardó en el año 1992 en plan pequeño y dedicada más a la revista TBO. Esta persona también se quejó de que no hubiera merchandising de TBO en la exposición, pues ellos si la aportaron en aquella y esta la ven muy uniforme.

La organización le comentó que la idea era centrarse solo en la figura de Benejam y La familia Ulises. Aparte de que este material no abunda tanto y no es tan fácil de encontrar.
HAN ESCRITO
DE MARINO BENEJAM Y LA FAMILIA ULISES:
"Su obra, dinámica sin discusión, nos aporta el conocimiento progresivo de un mundo que en todo momento parece sacado de los “apuntes del natural” típicamente burgueses, sólo que, naturalmente, integrados al progresismo explicativo del cómic.(...) El estado social de los Ulises es un jumellage apasionante entre dos clases: la menestralía barcelonesa de anteguerra y la burocracia posterior, que engendraría en parte la clase media. En esta encrucijada, la familia sufre los males de ambos estamentos sociales, y sus abstenciones marcan claramente las de una gran parte del país” Terenci Moix. Los Cómics arte para el consumo y formas pop. Llibres de Sinera, 1968
"Los años del hambre, el estraperlo, la era del gasógeno, la potenciación del fútbol como espectáculo nacional, la era del biscuter, la moda James Bond, el boom de los seriales radiofónicos, el nacimiento de la televisión, el encumbramiento de las figuras del cine o el rechazo de los hippies. Todos estos fenómenos sociales y muchos más desfilan por las páginas de La Familia Ulises (...) una auténtica odisea posbélica , y su tribu familiar que acude unida a todas partes.(...)Por eso La Familia Ulises, desde 1944, ha sido una historieta costumbrista sin pertenecer al subgénero de las series familiares en cuanto que no plantea ni presenta en modo alguno la problemática interna de esa familia, las relaciones de sus miembros entre sí y con la sociedad". Salvador Vázquez de Parga. Los cómics del franquismo. Editorial Planeta, 1980.
"La gran figura de esta publicación fue Marino Benejam (1890-1970). (...)La Familia Ulises llegaría a ser la más cabal sátira de las desventuras prosaicas de la familia pequeño burguesa española, con suegra, hija casadera, dos hijos menores y perrito, sometida a la tensión entre la aspiración social-o por lo menos a una supervivencia decorosa- y la dureza de la realidad." Roman Gubern. Historia de los cómics. Tomo 2 Toutain Editor, 1982
“Los Ulises formaron una curiosa célula familiar que reflejaba los anhelos y deseos de la pequeña burguesía barcelonesa.(...)”El guionista Josep Gálvez recuerda el éxito acaparador de La Familia Ulises. De pequeño cuando salía a pasear con la familia, era el único niño del grupo. Todo el mundo, unas ocho o diez personas grandes, se ponían a comentar la historieta de los Ulises. Con la misma naturalidad que hoy comentaríamos un programa de televisión”. Hoy podriamos decir que los Ulises fueron unos craks mediáticos.Sebastià Roig. Les generacions del cómic. Editorial Flor del Vent, 2000.
“Mi impresión fue de que se trataba de una persona sumamente modesta y comunicativa, dada su categoría profesional. (...) Don Marino Benejam ilustrador de personajes como “Melitón Pérez y “Eustaquio Morcillón” entre otros, su gran popularidad la alcanzó con los episodios de la familia de Don Ulises Higueruelo del Monte, conocida popularmente como “Familia Ulises". Rosa Segura.  Ediciones TBO ¿Dígame?. Marrè Produccions editorials, 2006

"Podemos considerar a Benejam como uno de los dibujantes más representativos de la historieta del humor de la posguerra, y sin duda, se trata de una de las almas de TBO. Trabajó como dibujante artístico y publicitario, hasta que pudo consolidar su vocación de dibujante de historietas. De estilo minucioso y expresivo. (...)Un fino retrato-con carga crítica- de las aspiraciones, alegrías y tragedias de una familia de la clase media española durante el franquismo, documentando fidedignamente la mentalidad y las vivencias de los hogares de la posguerra a lo largo de más de treinta años, en lo que Terenci Moix calificó de “parábola sociológica” Kap. Del tebeo al manga. Tomo 8. Panini Comics, 2011.
LA FAMILIA ULISES
Del 19 de septiembre al 5 de octubre de 2012
Biblioteca Igansi Iglésias-Can Fabra (segre, 24-32)
Barcelona
OTRAS CURIOSIDADES:
  Portada del TBO de 1988  para la que se utilizaron dibujos de Benejam. O al menos así lo indica su firma.
Robert Segura realizó varias portadas para este digno TBO con su cercana versión de la Familia Ulises. Actualizando eso si, el entorno, pues dudo que Don Ulises se encontrase con una moza en los viejos tiempos.

Incluso Jan dibujo a La Familia Ulises para un poster en el nº 6 de esta publicación.